Habiendo recibido instrucción que reza “dar a cada quien lo suyo”
olvido el concepto cuando dejo de luchar por él; camina arrastrando leyes,
musitando normas, viste apretado de etimologías y diatribas.
Lleva en su mochila de vida, resoluciones y sentencias.
En el espejo de la tarde miró su mismidad avergonzado; sintió, que el bien
común quedo obsoleto y llora individualmente.
Que antes de ahora el pretor con su encuesta, besó la tierra y respondió con
justicia, hoy, abren surcos de sangre las leyes que se omiten silenciadas por
castas políticas, cuando el tácito decreto es ser amigos del poder.
La noche avanza tímidamente; extravió el rumbo, bajo la luz mortecina de un
farol alzó la mirada, absorbió el aire, no queriendo ya mas pertenecer, guardo
el código civil.
Una burbuja de tiempo lo acerco a Epicteto, es un delito renunciar…no
cedería paso; mañana impartiría justicia nuevamente.