Me obsequiaron un vestido con vibrantes colores, carga el amarillo de la sabiduría, el azul del cielo en lo mental, el rojo de la pasión y el enojo, el negro de los duelos y lo oculto, el blanco del alma.
Con miradas de reconciliación lo uso a diario, no tengo alternativa.
Aprendí a quererlo, a cuidarlo, a sentirlo con obstinada inteligencia, verdaderamente Mio.
Cada mañana lo observo, me detengo en el rumrum de algunos de los colores, que me recuerdan si amo, si sufro, si reflexiono o me enojo.
Con el tiempo sus tonalidades perdieron algo de vitalidad, pero se apasionan aún y así será hasta que ya no le queden hilachas.
Paso a paso, lentamente, me miré en el espejo y sonreí.
Aún es bello, y luce bien es cierto que en algunos lados se ha descocido, de tanto ajustarlo y ensancharlo de acuerdo al día, a la ocasión.
No se si el modelo me dio personalidad o yo le di personalidad al modelo, entre el primer paso; el amor y sexualidad gozosa, entre la primera palabra; conocimiento, disciplina estéril y sabores rancios.
Fantasmas de mi imaginación, fusionaron el vestido con mi espíritu, me aferré a Él, con miedo e inseguridad.
Hasta que comprendí que misterios se articulan.
Algún día colgaré el vestido y ahí quedará hasta que se desintegre, nadie más lo usará, nadie más lo gozará.
Y yo seré como la copa que aún rota y sin forma perdura en la idea, más allá de la materia.
Sin vestido y sin forma seré lo que plasmé.
Hasta tanto…y mientras tanto bienvenida vida, que resuena en los colores de este vestido que me regalaron dándome forma, en cuerpo, cuando nací.
Vivi
Un lugar, donde el instante de fantasía fluye su música, el espejo te guiña un ojo y el amor desbarata al espacio y al tiempo.
viernes, 10 de septiembre de 2010
martes, 3 de agosto de 2010
que pasaría si...
Que pasaría si.... de tanto buscar respuetas existenciales, que nos develen la verdad que queremos creer, diéramos de cara, a través de la ciencia, conque no somos más que las células del planeta y este a su vez la célula de la galaxia y esta a su vez la célula del universo.
Que pasarìa, con nuestras creencias, morirían a las puertas de la realidad que nos envolvería en un manto de impiedad ante la comprobación de nuestra efímera existencia aunque...totalmente necesaria como cada una de las células en nuestro organismo.
Es abajo como arriba, adentro como afuera, las células nacen se reproducen, cumplen su cometido y mueren igual que nosotros.
Que pasaría si...al comprobar nuestra finitud, valorásemos más cada momento, instante sin tiempo, la ilusión de nuestro paso y nuestro ego se encogerían de hombros y tal vez...al encontrar las respuestas, tan solo aceptásemos el propósito, amándonos.
Que pasarìa, con nuestras creencias, morirían a las puertas de la realidad que nos envolvería en un manto de impiedad ante la comprobación de nuestra efímera existencia aunque...totalmente necesaria como cada una de las células en nuestro organismo.
Es abajo como arriba, adentro como afuera, las células nacen se reproducen, cumplen su cometido y mueren igual que nosotros.
Que pasaría si...al comprobar nuestra finitud, valorásemos más cada momento, instante sin tiempo, la ilusión de nuestro paso y nuestro ego se encogerían de hombros y tal vez...al encontrar las respuestas, tan solo aceptásemos el propósito, amándonos.
sábado, 10 de julio de 2010
Fértil imaginación
Bueno, bueno, es necesario que mantengamos una conversación, solo tú y yo; se que ayer tu padre hablo contigo, creyó que ya era hora de develarte la verdad, sé que al escucharlo, te sentiste decepcionado, defraudado, te invadió la sensación de que no hacías pie, ya que parte de tu mundo de ilusiones, se iba tras esas duras ”verdades” y lloraste.
Cada noche, te ibas a acostar inquieto, con la ansiedad que produce el misterio, dormías agitado, despertándote de tanto en tanto y al ver que el sol aún no había asomado, seguías durmiendo, suspirando, tratando de acortar ese breve tiempo que te separaba de la sorpresa; ese cosquilleo, la alegría y alboroto de la mañana cuando veías tus tan ansiados deseos cumplidos y si parte de tus pedidos, no eran concedidos en su totalidad, encontrabas la excusa que justificase esa acción, pero jamás te sentiste decepcionado.
¿Por qué ibas a experimentar este sentimiento ahora?
Nada invalida lo que has sentido.
¿Por qué eso, ha de cambiar?
Cuando crees en algo, al creer ya le das vida, por lo tanto esa es tu realidad,
Eres dueño de hacer una proyección ideal sobre la realidad, o captar idealizando, lo real; es válido si te conduce a sentirte feliz, después de todo ¿qué es la felicidad?, al decir de los griegos, tener un buen duende.
Así que mi querido Julián Andrés, tu padre hablo con la verdad, yo con la sabiduría del anciano.
Me despido de ti, en nombre de Melchor, Gaspar y el mío, Baltazar, hasta el próximo seis de enero.
Cada noche, te ibas a acostar inquieto, con la ansiedad que produce el misterio, dormías agitado, despertándote de tanto en tanto y al ver que el sol aún no había asomado, seguías durmiendo, suspirando, tratando de acortar ese breve tiempo que te separaba de la sorpresa; ese cosquilleo, la alegría y alboroto de la mañana cuando veías tus tan ansiados deseos cumplidos y si parte de tus pedidos, no eran concedidos en su totalidad, encontrabas la excusa que justificase esa acción, pero jamás te sentiste decepcionado.
¿Por qué ibas a experimentar este sentimiento ahora?
Nada invalida lo que has sentido.
¿Por qué eso, ha de cambiar?
Cuando crees en algo, al creer ya le das vida, por lo tanto esa es tu realidad,
Eres dueño de hacer una proyección ideal sobre la realidad, o captar idealizando, lo real; es válido si te conduce a sentirte feliz, después de todo ¿qué es la felicidad?, al decir de los griegos, tener un buen duende.
Así que mi querido Julián Andrés, tu padre hablo con la verdad, yo con la sabiduría del anciano.
Me despido de ti, en nombre de Melchor, Gaspar y el mío, Baltazar, hasta el próximo seis de enero.
martes, 18 de mayo de 2010
Declaración de amor.
Estábamos de vacaciones, mi hija su continuo acompañante y yo.
Alojados en un hermoso complejo, que cuenta con tres piscinas, las cuales divisábamos desde nuestro balcón, que mira hacía el mar.
Estando en un piso alto, sentía que podía estirar la mano y acariciar el horizonte, mi mirada se perdía detrás de las olas, mientras el cielo y el agua se encontraban en un punto donde el azul celeste, el plata y el violáceo juegan.
Cada mañana, desayunábamos en la terraza, el sol matinal y la suave brisa, nos acompañaban, transitábamos la experiencia de estar juntos por primera vez compartiendo el descanso laboral.
Mi hija estaba feliz, al igual que él, yo sentía el placer de verlos exultantes, parecíamos niños, asombrándonos y riendo, un día escalábamos una montaña, otro descubríamos un parque con laberinto el cual nos apurábamos en develar en una competencia de habilidad circunstancial o juntábamos conchillas a la vez que entrábamos y salíamos del agua tratando de domar las olas.
Algunas veces, yo me iba a caminar sola para dejarlos en “su” momento de intimidad, no lo hacía de muy buen agrado, pero sabía que estaba haciendo lo correcto, necesitaban ese espacio que ocupan dos.
Él me parece tan bello, las pestañas largas y arqueadas hacen sombra a sus grandes ojos de color café, su boca carnosa y sensual abriga la sonrisa presta, la respuesta inteligente y la forma en como mira la vida, me seducen.
Era viernes por la mañana, cuando nos disponíamos a salir del apart-hotel…suena el teléfono, desde la recepción nos informan que en el edificio contiguo, que pertenece al mismo complejo, se exhibirá el sábado, por la noche un show internacional, había que hacer las reservas con antelación, con entusiasmo, nos apuntamos.
Habíamos rentado un auto para el fin de semana, el sábado nos levantamos temprano, al tiempo que algunos adolescentes regresaban de un viernes intenso nosotros partíamos, queríamos conocer una localidad que dista unos doscientos kilómetros.
Al llegar al lugar, nos dirigimos a la oficina de turismo para ver lo puntos de interés y mapa en mano, comenzamos nuestro recorrido.
Cuando el sol se despedía emprendimos el regreso, felices!!!
.Había sido un espléndido y agotador día, mi hija nos dice que esta cansada y prefiere quedarse, por la noche, en el apart, veo esfumarse mis ilusiones de una velada nocturna, con música y baile, pero…no digo nada, ella que me conoce lo suficiente acota.
-Vayan Uds. debe ser un bonito espectáculo-
Él entusiasmado asiente, yo recupero mi ilusión.
Comienzo el ritual de prepararme para esta fantástica noche, de pronto me descubro ansiosa, maquillándome cual adolescente y hasta elegí para tal ocasión una falda por arriba de las rodillas.
Cuando lo vi, el corazón me galopaba, creo que descubrió en mi rostro, lo que me sucedía, tenía unos jeens muy modernos que lucía con unas tenis cancheras y un saco sport con mangas un tanto remangadas, me pareció un dandy.
Ambos alborotados e intercambiando oraciones sin mucho sentido, tomamos el ascensor.
Ya en la planta baja, le dí la mano y así ingresamos al local, donde la música ya estaba sonando, las mesas elegantemente vestidas nos invitaban a sentarnos, preferimos una cerca del escenario.
Lo miraba a la vez que él miraba asombrado el show, cuanto lo quiero, tan fuerte es este sentimiento, que deseo gritárselo, no se si es prudente…no puedo apartar mi mirada de él.
Tengo que decírselo, lo traigo hacia mí, levanto la vos, para que me escuche, él y todos los que estén cerca y casi gritando por temor que la música ahogue mis palabras le espetó.
-“Te amo”- él me abraza con toda ternura, no se si comprende bien la intensidad de mis sentimientos, me mira, con esa mirada de amor- ternura que me invade y me dice con exaltación.
- Te quiero!!! Te quiero!!!- aparta la mirada de mi nuevamente, para continuar viendo el show, que al parecer lo tiene fascinado.
La camarera, se acerca, nos toma el pedido, él con torpeza saca dinero de su bolsillo y pretende pagarle.
Mis ojos se empañan, contengo la emoción, al tiempo que miro sus piernas que aún no tocan el piso, desde sus tres años es el perfecto caballero que esa noche, invitó a su abuela, a cenar.
viernes, 9 de abril de 2010
María -Pilar
María-Pilar
María: Su sonrisa al natural denota sinceridad.
Pilar: Cuesta adivinar la sonrisa, en esa cara artificial.
María: Su cintura de mujer exhibe con altivez, unos rollitos asoman y un
Poquito de flacidez.
Pilar: Su cintura de avispa revela, años sin probar, ni chocolate ni azúcar,
Prohibido comer pan, ni desayunos familiar acompañados con crosoaint.
M: los pechos un tanto caídos, aún logran euforizar a su querido, que se los sabe acariciar.
P: Hermosos pechos turgentes, que muestra con desenfado, ya que es bueno que se vea por lo que se ha pagado tanto.
M: Un poco de celulitis, en esos glúteos bonitos, que cubre con un pantalón elegante y remerita.
P: Pantalón ajustado que marca bien el implante, no vaya a ser cosa que llame atención solamente por delante.
M: Ella sabe que en la amistad no se discrimina la edad.
P: Las busca de menor edad, es preciso imitar la forma de comportar, al una década restar.
M: Siempre llega a las reuniones, dispuesta para ayudar, se la cuenta entre las primeras en arribar.
P: Entrar a último momento, como una entrada triunfal, así estando todos, son más ojos para mirar.
A los cuarenta se casaron por igual.
Pilar, con novio de peluquín
Casa, yate, coche
Y pastillas para el amor.
María con novio
Quince años menor
Músculos, moto, besos
Y todas las noches... dos.
Viviana Monjo Rizzola LLorens
http://meropis.blogspot.com
jueves, 11 de marzo de 2010
El vestido
Me obsequiaron un vestido con estimulantes y vibrantes colores, carga el amarillo de la sabiduría, el azúl del cielo en lo mental, el rojo de la pasión y el enojo, el negro de los duelos y lo oculto, el blanco del alma.
No por pobreza, lo uso a diario, no tengo alternativa.
Aprendí a quererlo, a cuidarlo, a sentirlo con obstinada inteligencia, verdaderamente Mio.
Cada mañana lo observo, me detengo en el rumrum de algunos de los colores, que me recuerdan si amo, si sufro, si reflexiono o me enojo.
Con el tiempo sus colores perdieron algo de vitalidad, pero vibran aún y así será hasta que ya no le queden hilachas.
Paso a paso, lentamente, me miré en el espejo y sonreí.
Aún es bello, y luce bien es cierto que en algunos lados se ha descocido, de tanto ajustarlo y ensancharlo de acuerdo al día, a la ocasión.
No se si el modelo me dio personalidad o yo le di personalidad al modelo, entre el primer paso; el amor y sexualidad gozosa, entre la primera palabra; conocimiento, disciplina estéril y sabores rancios.
Fantasmas de mi imaginación, fusionaron al vestido con mi espíritu, así que me aferré a Él, con miedo e inseguridad.
Hasta que comprendí que misterios se articulan.
Algún día colgaré el vestido y ahí quedará hasta que se desintegre, nadie más lo usará, nadie más lo gozará.
Y yo seré como la copa que aún rota y sin forma perdura en la idea d copa.
Sin vestido y sin forma seré lo que plasmé.
Hasta tanto…y mientras tanto bienvenida vida, que vibra en los colores de este vestido que me regalaron en cuerpo, cuando nací.
Vivi
miércoles, 17 de febrero de 2010
.Relato corto: Tema violencia de género
Extraño a mi mami…
Uf!!! Tengo hambre, cuando viene mamá y papá a buscarme, hace mucho que estoy aquí….
No conozco a estas personas, me da ganas de llorar, entran y salen.
La señora de cabello rojo me hizo hacer muchos dibujos, me dio lápices de todos colores y me trajo unos crayones bien gruesos, pero…ya me aburrí de dibujar.
El Sr. Alto, Víctor, me acuerdo del nombre porque mi primo, el que es más grande y tiene novia, se llama así, me preguntó muchas cosas y anotaba en un cuaderno, del mismo color de la mesa, verde.
Este cuarto es lindo, hay muchas cosas para jugar y me prestan todas, hay una gran ventana, pero yo no veo para afuera, ¿Habrá otra cerrada del otro lado?
Hay una puerta, cuando quise abrirla una señora gorda sentada del lado de afuera, me dijo:
-Entrá y pórtate bien, que ya vienen a buscarte-.
Pero…todavía no vinieron.
Extraño a mi mami, la quiero mucho, aunque ahora que nació mi hermanito, está mucho con él, ella dice, que como ya voy a ir al jardincito, es que estoy grande y tengo que ayudarla, a veces tengo a mi hermanito en brazos, pero es más chiquito que el muñeco de mi prima Natalia, ese, muñeco sucio que lleva a todos lados y dice que es su hijo.
A veces voy hasta el almacén que hay en la esquina a comprar algo, yo ayudo, soy grande.
Mami llora mucho, es que mi papá le grita, y aunque ella se porta bien le pega, yo también lloro cuando la veo así, pero…mi papá me grita y me manda a dormir, aunque sea de día.
Él le pega con las manos o con un palo que mami usa para la masa, la otra vez, le salió sangre y lloró fuerte y el siguió pegándole, no dije nada porque no quería irme a dormir.
Miraba, con la puerta entre abierta, me mordí el labio y a mi también me salió sangre.
A mi papá no lo quiero, bueno… un poquito, solo cuando me lleva al monte a buscar castañas, no todo el tiempo, porque grita mucho y mi mamá llora.
Los otros días, mami se fue a tender la ropa, al fondo de la casa, me despertó mi hermanito que lloraba, estaba en la cama de mamá y papá, mamá no lo escuchaba, porque sino hubiese venido corriendo, lo miré, pateaba y no dejaba de llorar.
Tomé el palo de la masa y le pegué y le pegué, le salió sangre, pero yo le pegué hasta que se calló.
Me volví a dormir, hasta que unos señores me trajeron aquí.
Extraño a mi mami, la quiero mucho, a mi papi no tanto, solo a veces.
lunes, 1 de febrero de 2010
cadena alimentaria
Cadena alimentaria
Mueve la rueda el del medio.
Amasa el pan el pobre
Que el del medio compra
Y el rico vende.
A la guerra va el pobre
Que el del medio paga
Y el rico inventa.
Cree en milagros el pobre.
El del medio duda.
Y el rico
Quieren que crean
Que el cree.
Si es esto justo…
Yo no lo sé
Pregúntale al lobo, la gallina y la lombriz.
jueves, 28 de enero de 2010
Relatos cortos
20 figuritas
Mi mamá me despertó a las siete, como todas las mañanas para tomar el desayuno juntas, peinarme, cabello recogido, bien tirante y llevarme a la escuela. La noche anterior, revisé mi cartera de colegio y la puse en orden, como lo hacía habitualmente, le había sacado punta a mis lápices, hice la tarea, cambié el cartucho a mi lapicera, puse un secante nuevo dentro de mi cuaderno que mantenía prolijo, sin mancharlo, ni doblar las hojas, mientras iba completando los renglones con cuentas, gramática y dibujos. No olvidé poner mis figuritas, algunas de las cuales intercambiaría con mis compañeras.
Mi hermano, que tenía seis años aún dormía, yo desde mis ocho años, sentía cierta animosidad hacia él que suponía no tenía ninguna responsabilidad.
Las horas que transcurrían en la escuela eran un bálsamo para mi, me agradaba aprender, mi curiosidad ávida hacía que prestara atención y lo disfrutase, además era el lugar donde estaba con mis pares y no tenía que escuchar los problemas de los adultos, que casi siempre lograban ponerme triste. Mis padres se habían separado recientemente, vivíamos con mamá y los abuelos, eran tiempos de cambios que a todos nos tomaron por sorpresa, los adultos se movían en la confusión y mi hermano y yo nos sentíamos desamparados, por lo tanto, la escuela era mi refugio.
Toca el timbre, la señorita abre la puerta, momento de recreo, algunas chicas comienzan a jugar al elástico, día a día, perfeccionábamos los saltos, yo aún no lograba el más alto, que era cuando mis compañeras llevaban el elástico a la altura de sus cinturas. Otras juegan a la rayuela, conversan o intercambian figuritas y ahí estaba yo, mirando asombrada esas estampas con brillo, hermosas, mi tía Alicia(hermana de mamá) me había regalado una plancha de pequeñas figuritas, había de todos los tamaños, las más codiciadas las grandes, para hacerse de una de ellas, había que comprarlas ( lo cual no estaba al alcance de mi mamá que aún no tenía trabajo, el abuelo era por ese entonces el único sostén) o cambiarla por unas cuantas más chicas, deseaba tanto esas figuritas…aún recuerdo sus dibujos, bebés, indios, elefantes, tigres, damas antiguas, caballeros y otras, todas de vibrantes colores.
Llegué a entregar diez papeles de alfajor plateado por una figurita grande, hacerle una prueba de matemática a mi compañera de banco a cambios de una, agudizaba mi ingenio, quería poseerlas.
Llegábamos a fin de año, a fin de curso, se acercaba mi cumpleaños que es en diciembre, estaba feliz había logrado veinte figuritas de las grandes, las guardé amorosamente en un libro, cada una entre dos hojas, orgullosa se las mostraba a todos, era mi tesoro, me había llevado casi un año reunirlas, todos los días las miraba, sentí que fue el primer desafío que atravesé sola, sin ninguna ayuda.
El día de mi cumpleaños, la abuela y mamá me prepararon un chocolate con torta para nosotros y unas pocas amigas e invitaron a la hermana de papá ,tía Beba, que era viuda y a sus hijas, mi prima mayor de once años y la pequeña de solo uno.
Le mostré a mi tía mis figuritas, mientras le contaba como las había conseguido, mi prima que también las coleccionaba y había traído las suyas, quería cambiármelas, que disparate, no tocaría ninguna de ellas, las veneraba, solo accedí a mostrárselas nuevamente, se había encaprichado de tal manera que le pidió dinero a su madre para comprármelas, no entendía lo que yo sentía y no aceptaba mi negativa.
Guardé el libro con las figuritas en el cajón de mi mesa de luz y continué jugando.
Por la noche antes de acostarme, tomé el libro para mirar mis figuritas…no estaban, enloquecí de dolor lloré y lloré, mi prima le había dado el dinero con el cual pretendió comprármelas, a mi hermano a cambio de que se las entregase.
Los adultos minimizaron lo sucedido, nadie se ocupo de que me fueran devueltas, mi corazón estaba destrozado.
Hoy mi hermano y yo estamos cercanos a los cincuenta años, él es un empresario que ha sabido hacer de cada situación una oportunidad y si la oportunidad esta presente él es el primero en verla, yo soy una emprendedora de éxito, ambos nos profesamos mutuo cariño y admiración y aún, guardo aquel libro donde atesoré mis figuritas.
Estamos en diciembre, hace dos días mi hermano me llamó por teléfono para saludarme y conversar un ratio; él y yo estamos cercanos a los cincuenta años, él es un empresario que ha sabido hacer de cada situación una oportunidad y si la oportunidad esta presente él es el primero en verla, yo soy una emprendedora de éxito, ambos nos profesamos mutuo cariño y admiración y aún, guardo aquel libro donde atesoré mis figuritas.
Mientras charlábamos, me preguntó, que quería de regalo para mi cumpleaños, le respondí;
20 figuritas.
martes, 26 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
sábado, 23 de enero de 2010
Renacer
hasta la máxima profundidad.
Conectarse a la energía
del espiral ascendente
hacia la explanada
de la materia
y renacer.
martes, 19 de enero de 2010
cambios
A veces...suelen cultivarse, por defecto, la apatía y la ignorancia, es posible cambiar esta estéril disciplina, con una brisa refrescante a nuestra alma.
Porque Meropis?
Alejandro Magno en su obra, La Meropis, (más allá del océano).
He cruzado ya todos los mares.
He seguido la recta de mis pensamientos
en lacontinuidad de los días.
A veces me he extraviado
entre pasiones y suspiros.
Hoy el lucero vespertino
es mi guia,
el deseo y el amor mi camino,
en el círculo perfecto que es la vida.
Mas allá de los océanos.
Queridos amigos, estoy intentando sumarme con esta herramienta a la comunidad, estoy aprendiendo...
Vivi.
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