miércoles, 9 de febrero de 2011

El todo lo encierra



En este instante de mi vida que transito el desafío de ser como realmente soy y mostrarme como soy con todo mi ser; puse bajo el microscopio situaciones, palabras dichas y guardadas, besos entregados y reprimidos, abrazos que envuelven y aquellos que separan, ilusiones que proyectan y aquellas dormidas, gemí el desapego.


Entre pensamiento y acción, sentí la libertad de elegir, avancé con la mirada y te vi, me refleje en tus ojos y los tuyos grabaron mi alma, de pronto todo se volvió simple y mágico, nuestros cuerpos vibraron al unisonó acercándose en el sutil movimiento de la atracción, tu respiración toco mis labios que hablaron sin palabras, tus manos jugaron debajo de mi falda en eterno juego de la entrega, mi piel gritó tu nombre con el sudor del frenesí, danzamos juntos en el fuego de la pasión; tus brazos me envuelven, acurrucada en tu pecho nos dormimos.


No sé cuando sucedió, solo sé que sucede, no sé si el tiempo se detuvo para observarnos o estamos detenidos, mientras el afuera, lo que está más allá de nosotros dos, sigue en movimiento.


Perdieron importancia todas las preguntas y todas las respuestas, porque el todo lo encierra el amor que estalla y se derrama.


No sé cuando sucedió, solo sé que aún estamos abrazados.

Dedicado a D. R.