jueves, 31 de marzo de 2011

Es un delito...

Habiendo recibido instrucción que reza “dar a cada quien lo suyo”



olvido el concepto cuando dejo de luchar por él; camina arrastrando leyes,


musitando normas, viste apretado de etimologías y diatribas.


Lleva en su mochila de vida, resoluciones y sentencias.


En el espejo de la tarde miró su mismidad avergonzado; sintió, que el bien


común quedo obsoleto y llora individualmente.


Que antes de ahora el pretor con su encuesta, besó la tierra y respondió con


justicia, hoy, abren surcos de sangre las leyes que se omiten silenciadas por


castas políticas, cuando el tácito decreto es ser amigos del poder.


La noche avanza tímidamente; extravió el rumbo, bajo la luz mortecina de un


farol alzó la mirada, absorbió el aire, no queriendo ya mas pertenecer, guardo


el código civil.


Una burbuja de tiempo lo acerco a Epicteto, es un delito renunciar…no


cedería paso; mañana impartiría justicia nuevamente.